Toc-toc ... Y con ustedes, la pobreza
Te traigo esta carta
Que esta Cerradura te encuentre de lo mejor. Vamos al hilo.
Lo difícil de nombrar
Y con ustedes, la pobreza
Con el inicio del proceso electoral, las alusiones al fenómeno volverán a acomodarse en los discursos de quienes aspiran a conducir este país. La feria de números, la descripción de las regiones marginadas y la mención de las carencias sociales integrarán los debates. En la campaña de 2018, en la que triunfó Andrés Manuel López Obrador, la narrativa en torno a los desposeídos demostró ser muy efectiva. “Primero los pobres”, repitió. En estas elecciones, Xóchitl Gálvez Ruiz reclama el reconocimiento a su origen en la humildad como preciado estandarte. Son tiempos en los que la mención del carecer se vuelve valioso y útil.
La Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló que 3.8 millones de personas se añadieron a la condición de pobreza y 2.1 millones a la pobreza extrema durante 2020, el año de la pandemia. Pero la misma encuesta brindó una mejoría en el paisaje: después de 2020 y hasta 2022, los ingresos subieron en 11 por ciento. Entonces, el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social fue histórico: México amaneció con 8.9 millones de personas que dejaron de ser pobres.
Aun así, los candidatos tendrán mucho de qué hablar y discutir. Como siempre. Porque todo sigue igual: la pobreza tiene rostro moreno. La riqueza envuelve a los blancos. El racismo nos carcome. El clasismo también. Esa estructura social de estratos establecida en los tiempos coloniales y fortalecida en la Independencia se impone. La repartición de oportunidades sigue tan desequilibrada como un péndulo errático incapaz de detenerse en el punto de calma. Las lozas de la desigualdad sobre los campesinos siguen como cuando triunfó la Revolución y se repartió la tierra. La clase empresarial y sus privilegios históricos. Los complejos ancestrales pegados a las pieles. Las descripciones de José Joaquín Fernández de Lizardi del siglo XIX en “La Quijotita y su prima” tan vivas. “La Quijotita” busca superar con fervor su posición en la sociedad en la Nueva España sin importar el descenso a situaciones absurdas y hasta ridículas. En estos tiempos, la conductora de radio Martha Debayle aconseja lo mismo.
La reducción de pobres es muy pequeña. Los candidatos tendrán, otra vez, mucho material para sus discursos.
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