Toc-toc ... México, con las puertas siempre abiertas a la corrupción
El gobierno de AMLO prefiere la adjudicación directa; un dato de EPN se avejenta en la reserva.
Buen miércoles y buena semana. Que cuando esta cerradura esté ante ti, te deparen días memorables por su enormidad. Al hilo con los datos del dinero público, ese que es de todos, pero pasa por la ponderación de unos cuantos. La observación ciudadana mejora su administración. Por ello, un dato abierto no se ve desde la distancia, se siente propio.
#Unanotadedatosabiertos
La LLave Maestra
Si la corrupción es el mal, ¿por qué México le abre las puertas?
¿Está México condenado a la podredumbre por las malas prácticas? Por lo menos, las puertas están abiertas. El año pasado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador otorgó el 78.5% de los contratos públicos por adjudicación directa. Las empresas proveedoras no fueron sometidas a ningún análisis, a ninguna competencia, ni a ninguna vigilancia. Un dedo índice las señaló con el privilegio.
Ello, en sí, no es un acto de ilegalidad. Pero es una escena propicia. La adjudicación directa permite la dominancia, la colusión y los actos opacos. Y cual fantasma, ha trascendido épocas, proyectos políticos, gobiernos, discursos y leyes.
En la presente administración representa una gran contradicción. “No somos iguales”, expresa el presidente López Obrador cuando viene a cuento la comparación de su gestión con las anteriores. Pero la base de datos en Compranet de 2021 muestra que como los de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, su gobierno prefiere ese procedimiento.
Desde la Constitución de 1917, el artículo 113 ordenó que los recursos económicos de la Federación fueran administrados con eficacia y transparencia. Los constituyentes de ese año establecieron la apertura de sobres para conocer las ofertas en torno a una licitación pública. Una reforma a ese artículo, en 1982, añadió que “sólo cuando las condiciones no fueran idóneas debían utilizarse procedimientos alternativos”.
Ese espíritu está ausente en la forma en que se gasta el dinero público.
Y vale verlo a través del ojo de una cerradura.
#Loqueteocultaelpoder
El Baúl Cerrado
Un pequeño dato de Peña Nieto tiene una de las reservas más añejas
El 2 de septiembre de 2014 el Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en una exhibición de autos de lujo. Ese espacio, de 195 por 240 metros cuadrados, donde han desembocado miles de manifestaciones para clamar por justicia social, fue –de repente– el estacionamiento de 250 vehículos, entre camionetas Suburban y coches Mercedes Benz. El entonces presidente Enrique Peña Nieto iba a dar un mensaje por su Segundo Informe de Gobierno. Alguien, en el desaparecido Estado Mayor Presidencial, dio la orden para que los invitados acomodaran ahí sus autos. ¿Quién? La Presidencia de la República clasificó ese nombre como reservado hasta 2026. Cuando ese dato sea público, Peña Nieto cumplirá ocho años de haber dejado la Presidencia y Andrés Manuel López Obrador, dos.
Este dato fue consultado en el oficio 719/14 del extinto Estado Mayor Presidencial en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Eso es todo. Que la información de los datos abiertos te sea útil para acceder al mundo. Hasta el miércoles.
Linaloe R. Flores
Periodista