Toc-toc ... El "súper policía" y su búnker
García Luna anhelaba tener una plataforma gigante para espiar y el expresidente Felipe Calderón se la concedió con miles de millones de pesos.
A continuación la historia de los contratos otorgados y el dinero invertido en el búnker de Genaro García Luna. El expresidente Felipe Calderón Hinojosa le autorizó un flujo incesante de dinero público para que lo construyera. Todo lo que el llamado “súper policía” quiso.
El derroche de miles de millones en el aparato de inteligencia de García Luna
En 2009, el gobierno invirtió en la Plataforma México, un gigante cibernético que el exsecretario de Seguridad Pública usó para espiar y hacer una supuesta guerra en contra del crimen organizado. Hoy se sabe que ese combate era una simulación.
(La Cerradura).- Entraña de la política de seguridad y base de la guerra en contra del narcotráfico, la Plataforma México fue creada por disposición del Consejo Nacional de Seguridad Pública en 2009. Su planificación fue tan grande que implicó la modificación del reglamento interior de la entonces Secretaría de Seguridad Pública. Genaro García Luna, a cargo de la dependencia, quería un “edificio inteligente” de por lo menos tres pisos. De modo que hizo que el gobierno comprara un predio de Avenida Constituyentes, colonia Belén de las Flores en la Delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, que abarca casi una cuadra.
“Las guerras se ganan con tecnología, información e inteligencia”, expresó el entonces presidente Felipe Calderón cuando inauguró el sofisticado sistema de inteligencia en línea con el que -según el discurso oficial- el gobierno se proponía integrar información criminalística para compartirla con las policías de los estados y municipios, así como las fuerzas armadas.
Al mando del gigante, García Luna logró acumular información de inteligencia que al final, sólo quedó en sus manos. En los hechos, las bases de datos jamás salieron de la plataforma. Y poco a poco, la Plataforma México dejó de ser alimentada. Los Informes Policiales Homologados, reportes clave que debían suministrarla, se aminoraron cada vez más, consta en respuestas a solicitudes de información a través del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). En 2012, llegaron 104 mil 000 y en 2015, 34 mil, una caída de 64 por ciento en dos años.
Luego, la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, el 11 de julio de 2015, del penal de máxima seguridad de El Altiplano, mediante un túnel que él mismo construyó, demostró el desperdicio de la Plataforma México. Poco a poco, el gobierno de Enrique Peña Nieto que siguió al de Calderón Hinojosa, dejó de invertir en el aparato hasta que su funcionamiento llegó a niveles mínimos.
Hoy está en ruinas.
Las beneficiadas
Como suele ocurrir en las iniciativas gubernamentales, el principal beneficio que se alcanza a ver en esta historia –ocurrida hace una década, pero relevante en el transcurrir de estos días– fue para las empresas participantes. No eran pequeñas ni medianas. En el proyecto de Genaro García Luna participaron consorcios e incluso monopolios.
El pastel fue de 3 mil 365 millones 45 mil 486 pesos, del cual, Teléfonos de México (Telmex), propiedad del empresario Carlos Slim Helú, se llevó la mayor tajada, con mil 252 millones 883 mil 661 pesos; es decir, el 37.2 por ciento.
Por construir el edificio inteligente, el segundo lugar se lo llevó Tradeco Infraestructura y le pagó 534 millones 698 mil 607 pesos por cinco contratos para la albañilería, los acabados y todas las ingenierías necesarias.
Tradeco pertenece al empresario Federico Alberto Martínez Urmeneta, hijo de Federico Martínez Salas quien fue subdirector de Ingeniería y Obras Estratégicas en Pemex Exploración y Producción y después, director corporativo de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos, durante el sexenio calderonista.
Hewlett Packard también participó del gran presupuesto de dinero público que García Luna tuvo en sus manos. La gigante de la tecnología obtuvo 309 millones 483 mil 810 pesos, con lo que se convirtió en la tercera más beneficiada.
La trasnacional estadounidense recibió 10 contratos entre 2008 y 2012 para instalar la infraestructura de cómputo para los centros de datos principal y alterno, el suministro de los servidores, servicios para mantener la operación de la Plataforma México, el soporte, adquisición de infraestructura de cómputo de los registros nacionales de seguridad pública, el Registro Público Vehicular y monitoreo.
En la lista de empresas que participaron en la instalación de la Plataforma México, también están Tecnología en Sistemas de Apoyo, EMC Computer Systems México, Consorcio Red Uno y GFR Telecomunicaciones. Además, las universidades Autónoma del Estado de México, Autónoma de Coahuila y Autónoma de Nuevo León.
Pero no todo fue tecnología. Viajes Génesis se encargó del traslado de personal de la extinta Secretaría de Seguridad Pública para sesiones de trabajo entre la Ciudad de México y Toluca, Estado de México. Y la Inmobiliaria Hotelera Toluca se alquiló para la renta de salones para celebrar sesiones a las que algunas veces fueron invitados periodistas.
La familia Slim y García Luna: negocios y socialité
En septiembre de 2008 Telmex fue la primera en aparecer en el catálogo de proveedores de la Plataforma México. De hecho, consiguió el contrato más grande -831.6 mdp- del proyecto para lograr la migración de oficinas foráneas de la Policía Federal. A partir de entonces, el empresario más rico de México estuvo en torno a la Plataforma México.
Genaro García Luna y la familia Slim no sólo hacían negocios en torno a proyectos públicos. En 2010, cuando era secretario de Seguridad Pública Federal estuvo entre los invitados de la boda de Carlos Slim Domit y María Elena Torruco Garza, en la Iglesia de san Agustín, en Polanco. Del evento hay fotos en las revistas sociales. Ahí aparece retratado “el súper policía” en su faceta de socialité.
Ese mismo año, Telmex –dirigida por Héctor Slim Seade, sobrino de Slim Helú- le dio los servicios de equipamiento integral para el nodo central de la red privada virtual de la Plataforma México por 15 millones 635 mil 296 pesos. En 2010 firmaron otro contrato para asegurar la operación de la infraestructura de telecomunicaciones por 82 millones 861 mil 459 pesos.
Un año después, Telmex consiguió un contrato para diseñar y operar un brazo de la Plataforma México en Hermosillo, Sonora, por 67 millones 504 mil pesos. Para 2013 –en el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto– obtuvo otros dos por 206 millones 631 mil 432 pesos y 48 millones 610 mil pesos para telecomunicaciones en ese mismo centro de datos.
Había otros amigos. De esos años, las crónicas sociales de revistas y periódicos refieren cercanía con el empresario Federico Alberto Martínez Urmeneta, dueño de Tradeco Infraestructura. También la tuvo con Patricia Flores Elizondo, quien fungía como jefa de la Oficina de la Presidencia y Roberto Gil Zuarth, secretario particular del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Tradeco Infraestructura recibió más de 100 contratos por más de 20 mil millones de pesos del gobierno calderonista. Sin ninguna penalización en ese sexenio, dejó tramos de carreteras incompletos en Sonora, Sinaloa y Morelos y alegó que no tenía liquidez para concluirlos. Así, logró ampliaciones de plazos y nuevos montos a través de convenios. Una de las autopistas que permaneció incompleta durante más de dos meses fue la Durango-Mazatlán, sobre la cual construyó el Puente Baluarte Bicentenario, durante algún tiempo el más alto del mundo. Otra mancha para esta empresa fue la detención en 2016 de su vicepresidente, Sergio Toscano del Olmo, durante cuatro días, por una acusación de fraude.
En 2016, cuando habían pasado cuatro años del calderonismo, fue inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública por el incumplimiento en la entrega de un hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado.
Constituida en 1992, para Tradeco Infraestructura empezó una época dorada cuando Felipe Calderón Hinojosa asumió como presidente de la República y la Plataforma México representó una cereza en el pastel. En sus máquinas quedó la responsabilidad del maquillaje final del inmueble donde estaba instalado ese despliegue cibernético. Su espectacularidad en mucho se debió a esta constructora. Por ello recibió, en 2009, 347 millones de pesos, el segundo contrato más caro de todos los que se otorgaron.
En seis años de operaciones, el mega proyecto jamás alcanzó su objetivo de integrar en una sola base de datos los sistemas nacionales; de modo que García Luna –el hombre clave en la llamada guerra en contra del crimen organizado– se quedó con el control único de la instalación tecnológica que Felipe Calderón Hinojosa presumía como estratégica en contra de los grupos delincuenciales.
Dos empresas no lograron realizar las entregas en las fechas pactadas, por lo que recurrieron a convenios en los que los precios se incrementaron.
Una de las que no cumplió fue Tradeco Infraestructura. La construcción de los accesos al edificio iba a costar 76 millones 789 mil 192 pesos, pero el 22 de abril de 2010, la empresa pidió más plazo y un pago por otros 22 millones 210 mil 902 pesos; es decir, 28 por ciento más.
Otra que tuvo que recurrir al mismo recurso fue Fluidez Administrativa en la Conducción Técnica de Obras a la que se le dio el contrato para coordinar la construcción del conjunto de edificios en Constituyentes. Primero cobró seis millones 189 mil 645 pesos. Luego pidió otros 2 millones 439 mil 509 pesos y más plazo. Después, otros 3 millones 820 mil 530 y más meses para terminar los trabajos. Es decir, al final cobró 12 millones, 449 mil 685 pesos, una cifra que se incrementó 101 por ciento con respecto al monto original.
Cuando la empresa Fluidez Administrativa en la Conducción Técnica de Obras hizo negocios con Genaro García Luna, contaba con una sombra en sus antecedentes. En 2005 fue inhabilitada por tres meses por la Secretaría de la Función Pública para tener contratos gubernamentales debido a incumplimiento en sus entregas, como consta en la publicación del Diario Oficial de la Federación del jueves 22 de septiembre de ese año.
Hasta las ruinas
Poco a poco, hasta llegar a las ruinas, la Plataforma México dejó de ser alimentada. Los Informes Policiales Homologados, reportes clave para suministrarla, se aminoraron cada vez más. Pero el dinero también se adelgazó. Para 2015, la inversión millonaria presentaba un declive marcado y, además, la infraestructura fallaba.
El 11 de julio de 2015, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán se fugó del penal de máxima seguridad de El Altiplano por un túnel que él mismo construyó. El instrumento de inteligencia de García Luna –quien residía en Estados Unidos en ese momento– había demostrado su ineficacia.
Según el libro blanco de la Plataforma México, su operación tuvo un costo entre 2007 y 2012 de por lo menos 4 mil 294 millones de pesos con un incremento autorizado de 376.9 por ciento. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, el presupuesto fue en caída. En 2015 la disposición de recursos fue de mil 239 millones de pesos, en 2016 descendió a 985 millones y en 2017 fue de 278 millones de pesos. Para 2018 ya no hubo dinero para el otrora “búnker” de Genaro García Luna.
En abril de 2018 el exsecretario de Seguridad Pública apareció en México cuando las elecciones presidenciales estaban en plena organización. Venía de Miami a presentar su libro, Seguridad con bienestar. En una entrevista en Foro TV de Televisa defendió su gestión y criticó la política del entonces presidente Enrique Peña Nieto por no impulsar las policías locales y abandonar la Plataforma México.
En su libro, García Luna se queja que, al inicio del gobierno peñanietista, fueron desmantelados los sistemas de interconexión de telecomunicaciones de la Plataforma México. El “súper policía” caído en desgracia dice:
“Se dejó de invertir en equipo de cómputo, servidores, sistemas y licencias de software para la carga, resguardo, procesamiento y análisis de datos, voz e imagen de las bases de datos a nivel municipal, estatal y nacional, y se abandonaron los sistemas para las tareas de seguridad pública en todo el territorio nacional”.