Toc-toc ... Casi un mes de la detención de Ovidio
Ovidio: los fantasmas que dejó/De cómo Gertz Manero logró esconder su fortuna
Aquí está esta carta de noticias que pretende que veas la realidad de México a través de los datos abiertos. Será una mirada mínima, acaso; pero contundente. A partir de hoy, 1 de febrero de 2023, te llegará los miércoles y los domingos. Los miércoles traerá una columna, una historia de datos abiertos y un relato breve sobre un asunto que el poder quiere ocultarte. Los domingos te entregará un resumen de noticias con la clave de la semana por venir para que te informes con lo importante, sin ramas, ni algoritmos. También, esta carta, desea encontrarte con ánimo, esperanzas y disposición a la información. Veamos.
La columna
Así sobrevive Sinaloa
La madrugada del 6 de enero, Ovidio Guzmán López fue detenido en la sindicatura de Jesús María, en Culiacán, Sinaloa. Pero eso sólo fue un ciclón, como tantos otros que han sacudido a los pueblos sinaloenses en siglos. Dicen los informes de las autoridades de Estados Unidos que ese hombre de 32 años, no es el líder de ningún cártel porque el liderazgo en los cárteles es horizontal, que muchos son “jefes de jefes”, que faltan más golpes. Y sin embargo, la captura del ser de Ovidio rompió al paraíso para volverlo infierno.
Pasaron las horas. Se asistió a los incendios en las calles. Las puertas se cerraron. Todas. El terruño dio su cara violenta. Llegó esa vieja y conocida revoltura de emociones. Miedo, tristeza, y el insano y contradictorio entusiasmo por la creencia de que el humo lo limpiaría todo.
Cada vez, a Sinaloa le asusta menos mostrar sus mundos internos. Porque en esos pueblos han convivido dos realidades irreconciliables y que pese a ello, se han visto a los ojos y acariciado. Se han amado y despreciado como en un perverso juego establecido por la pasión. Antes, una tuvo la cortesía de callarse y esconderse. Ahora habla. Ahora defiende su existencia. Sale a decir que su monstruosidad es legítima porque la parió la infinita injusticia. La hizo nacer y la creció la miseria en un punto de México donde sólo se ve tierra, mucha tierra, y un solo camino. Explota. Amenaza. Deja de acariciar y aterra.
Esa realidad prende fuego hasta que duele. Después se difumina. Se va a su clandestinidad cotidiana. Acaecen entonces sobre Sinaloa los estereotipos para golpear con su furia mentirosa: los supuestos “Robin Hood”, el desamor por lo humano, la ambición por lo material, las bellas mujeres cosificadas a voluntad, las interesadas, los patrones, las joyas en sus pechos; el “Bucanitas”, privilegio de valientes, privilegio de “puntero”; la balacera desorganizada, la balacera organizada, el “narco-tour”, “aquí manda Malverde”, “son buchonas”, la deshonra colectiva, “aquí no hay mujeres feas porque así lo manda el narco-macho”, perder la vida.
La otra realidad sinaloense lo soporta todo. Retoma lo más rápido que puede su actividad. Amanece sin Ovidio Guzmán López y la tierra es la misma. Reclama el mismo amor. Fierro. A cuidar las bodegas de maíz. Lo que sobró. 11.5 toneladas por hectárea por cada agricultor cuando a nivel nacional ese número es de nueve. Que el dinero circule. Aquí nadie se agüita. Áya-bonchi. Pero los fantasmas llenan la vida. Miles de desaparecidos son buscados por sus madres, hermanas y amigas. A agarrar el pico y la pala porque justicia no va a haber. Entrar a campos donde el silencio es el único que habla. “Ahí fue. Está más allá del vado. Ahí fue”, llega el aviso en la madrugada, pero shhhhh.
Las calles se aplacan, como niñas regañadas por una nana sinaloense. Por el día, vuelven las pláticas, los mariscos enviados por Dios en el balde de los pescadores. Los regalos coloridos de aguacates, tomates y chile morrón. Los tacos de carne asada, oferta de las banquetas. Surgen los corridos. Los entonan maestros de la guitarra, con sombrero y huaraches, hacia el cielo. Es la pisteada. Se arrima una tuba. Llega el clarinete. Cada uno y su protagonismo. Y se pregunta: “Hermano de las armas, ¿qué te ha pasado?”. Los piscadores de chile se curten las manos. La realidad clandestina recibe y acaricia. Poco a poco, Sinaloa deja de ser nombrado en los debates nacionales. Se publica con brevedad que Ovidio Guzmán López padece depresión y ha librado la extradición a Estados Unidos. Sinaloa vuelve a su ensimismamiento.
LA LLAVE MAESTRA
La nota de datos abiertos
EL BAÚL CERRADO
Un asunto que el poder oculta
Eso es todo por ahora. Felices días.