El héroe de las manos mágicas
Con un virtuosismo único, Eddie Van Halen logró la ejecución de la guitarra como ningún otro sin saber solfeo. Su velocidad e innovación lograron que el rock pesado compitiera con la música disco en plenos 70.
(La Cerradura).- En esta vida, la guitarra fue el principio y el fin. Eddie Van Halen, se convirtió en un dios porque ejecutó acordes extraordinarios que salieron de su invención lírica pues, a pesar de estudio y dedicación, jamás aprendió solfeo. Pero en sus horas críticas le atribuyó a las púas de metal que sostenía en la boca mientras tocó durante años, ese cáncer en la lengua que después se trasladó a su garganta y por el cual, dejó este mundo ayer, 6 de octubre.
Lo anterior, según una entrevista con la revista Billboard en 2015. Esas palabras del prodigioso músico fueron desmitificadas por Tom Micklewright, médico oficial del servicio británico, en una entrevista con Insider. “Ninguno de los metales de las púas de Van Halen son considerados cancerígenos”, dijo. Como fuere, el guitarrista vivió la última década con ese cáncer en el cuerpo.
Hijo del jazzista Jan Van Halen y Eugenia (se le identifica con el apellido de casada, Van Halen) creció rodeado de sonido. Al principio, tocó la batería. Su único hermano, Álex, era quien se desempeñaba en la guitarra. Pero Eddie creyó que no era tan bueno en percusiones y pronto se entregó a las cuerdas. Sobre ellas, inventó el tapping, una técnica que consiste en tocar con los dedos sobre el traste de la guitarra a una velocidad que sólo él lograba. Pero a la vez, resulta una melodía armónica. Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath y Eric Clapton fueron sus influencias mientras crecía. Según un artículo que aparece en geocities.ws, Eddie dijo de su familia en 1997: “Podíamos sacar música de cualquier ruido”.
Sobre la influencia del padre, Eddie rememoró, en una entrevista con la Rolling Stone: “Suena extraño que tu padre te pida que sigas practicando con la guitarra o con los tambores pues generalmente lo que quiere es que ya no sigas … Pero hay que recordar que él era un músico cuya carrera quedó truncada. No quería que a nosotros nos ocurriera lo mismo”. Pero la madre, también contribuyó en esta formación. A Eddie y Álex los mandó a estudiar piano en San Pedro, California, con un anciano.
La guitarra también fue la base del emprendimiento empresarial de Eddie Van Halen. Creó la Frankenstrat, de la combinación del sonido de una clásica Gibson con los atributos físicos de una Fender, expuso el periódico El Universal en un listado de 10 detalles asombrosos de Van Halen. La revista Semana de Colombia lo describió como “un instrumento a lo Frankestein” que se conformó con partes de varias guitarras. Unido al dueño de la compañía Peavey Electronics, Hartley Peavey, creó y comercializó la serie de guitarras EVH Wolfang.
Eddie Van Halen se expresó a través de sonidos de guitarra. Sonidos únicos que nacieron en sus manos. Su velocidad, control e innovación en sus solos lograron que el rock volviera a competir en popularidad con la música disco a finales de los 70. Ahora que se ha ido, algunos diarios del mundo lo llamaron “guitar-hero”. En casi todas las imágenes de los 80 aparece con su guitarra Frankesntrat, la cual se encuentra en el Museo Nacional de Historia Americana desde 2011.
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Edward Lodewijk Van Halen nació en Nimega, Países Bajos, hace 65 años. Cuando tenía siete, su familia se mudó a California, Estados Unidos. El padre se empleó como conserje y la madre como trabajadora doméstica. Los Van Halen compartían casa con otras tres familias.
La banda Van Halen se conformó en 1974 en Pasadena, California. Los miembros eran Eddie (guitarrista) y Álex (baterista) Van Halen, Michael Anthony (bajista) y David Lee Roth (vocalista). Según un cable de la agencia AP, cada uno estaba en otras bandas escolares, pero después estudiaron juntos en el Pasadena City College. Al principio, se llamaron Mamooth; pero cambiaron cuando supieron que había otro grupo con ese nombre. Después de muchas tocadas de covers en clubes de Los Ángeles, Gene Simmons, el bajista de Kiss, se les acercó y les financió algunos demos para que los promocionaran en disqueras. Casablanca Records los rechazó, pero los envió a Warner que les editó toda su producción.
En 1978, salió el primer álbum de Van Halen con piezas que ahora son clásicas como “Running with the Devil” y “Eruption”. Seis años después, la banda irrumpió con “1984” en los que se encuentran otros sencillos que cobraron popularidad mundial como “Jump” y “Panama”. En total, el guitarrista grabó 12 discos con el grupo de rock. En ese transitar hubo otros dos vocalistas: Sammy Hagar y Gary Cherone.
De “Eruption”, el periódico El País indicó a propósito de la partida de Eddie Van Halen: “Ahí se encuentra la inspiración para decenas de guitarristas de rock duro que seguirían sus pasos: Joe Satriani, Steve Vai, Randy Rhoads o Yngwie Malmsteen, entre otros muchos”.
David Lee Roth llegó al grupo casi adolescente. Su histrionismo era tan sobresaliente en el escenario que el público llegó a creer que era el líder. El periódico El País abundó en el obituario de Eddie que Van Halen le imprimió al rock pesado un tono lúdico del que antes carecía gracias al desempeño en el escenario del vocalista y la velocidad del guitarrista. Pero sería esa simbiosis de talentos lo que ocasionó uno de los primeros tropiezos de la banda.
Después de las primeras grabaciones, el cantante y los hermanos Van Halen no lograban acuerdos. Se criticaban al grado de la intolerancia. Dado que el primer gran hit de Van Halen fue el cover “Dancing in the Streets”, Lee Roth quería que la banda continuara con la inclusión de canciones viejas en los siguientes discos. Eddie se oponía. “Eran pequeñas diferencias entre ambos que más tarde se hicieron cuarteaduras”, declaró el guitarrista a Rolling Stones.
Lo que a Roth no le gustaba y le criticaba a Eddie eran los sintetizadores. Aun así, grabaron “1984” que fue el elepé más vendido en su historia hasta ese momento y contiene “Jump”, “Panama” y “Hot for Teacher”. El canal MTV empezó a transmitir videos de Van Halen a partir de este álbum. Y ya nada detuvo al grupo. Logró vender más de 75 millones de discos y tener más primeros lugares con sencillos en las listas de popularidad de rock de Estados Unidos. Incluso, “Jump” sacó del puesto número uno a “Thriller” de Michael Jackson y entonces, el productor Quincy Jones le pidió a Eddie Van Halen que colaborara en “Beat it”.
Ese fue el punto en que ocurrió la ruptura con Roth. Después del disco “1984”, se fue y emprendió una carrera como solista. Llegó a decir que un día lo volverían a llamar y él mostraría su dedo intermedio. Pero en 2012, regresó y grabó un disco de aniversario, “A Different Kind of Truth”. Cuatro años después, participó en una gira de 40 fechas en el mundo. Las desavenencias no se disiparon por completo. Apenas en 2019, en la estación de radio estadounidense KSHE 95, dijo: “Yo escribí los temas. Escribí cada canción que oyes, cada sílaba, cada melodía. Yo estructuré los solos de guitarra en nuestro primer álbum”.
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El alcohol y las drogas fueron parte de la vida de Eddie Van Halen. No fue en fiestas o desenfrenos. Ni siquiera con compañía. A Billboard le contó que bebía y aspiraba cocaína en las noches, cuando estaba solo en su cuarto de hotel. Entonces, experimentaba con la guitarra. “La coca te mantiene despierto y el alcohol desinhibe … Estoy seguro que hay cosas que no hubiese intentado hacer en la música sin ese estado mental”, expresó.
El 24 de marzo de 1986 salió “5150”, el séptimo disco de larga duración de Van Halen con Sammy Hagar como solista. El número se trata del código que usa la policía de California para indicar que un loco anda suelto (algunas fuentes indican que era un mensaje velado para David Lee Roth). Fue después de la grabación de este álbum que Eddie empezó a asistir a grupos de Alcohólicos Anónimos, según diría él mismo. Con el transcurrir de las décadas, hubo muchas caídas.
En 2007, comunicó en su página web que había ingresado a una clínica de desintoxicación. La prensa publicó una foto suya en la que se le ve con el cabello largo y sin un par de dientes frontales. En diciembre de ese año, se divorció de la actriz Valerie Bertinelli con quien estuvo casado desde el 11 de abril de 1981. Con ella procreó en 1991, a su único hijo, Wolfang, quien también ingresaría a Van Halen como bajista. Dos años después, se casó con Janie Liszewski.
Apenas tenía cuatro días en una clínica de desintoxicación, cuando Van Halen ingresó al Salón de la Fama de Rock and Roll. El premio fue recibido por Sammy Hagar y Michael Anthony, vocalista y bajista. Un año después y según sus propias palabras, Eddie Van Halen consiguió la sobriedad y nunca jamás volvió a consumir, lo que lo volvió un personaje atípico en el mundo del rock.
La historia de Eddie Van Halen muestra un desapego por los reconocimientos y los premios. “Beat it”, de Michael Jackson, da cuenta de ello. Ante Billboard, lo refirió como “20 minutos en mi vida” y dijo que probablemente debió haber estado en los créditos, pero no le preocupaba no haber cobrado por ello. “Me pregunté una vez, `¿quién va a saber si toqué en el disco de este chico?´, entonces fui al estudio y escuché la canción dos veces, y no me gustó la parte en la que querían que tocara el solo. Querían que lo tocara sobre el corte. Le pregunté a Quincy Jones si podía editar los acordes debajo del solo … Así que supongo que arreglé el tema”.
En 2011, la lista de Rolling Stones le dio el puesto número 8 entre los 100 mejores guitarristas del mundo.
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El mediodía de ayer, la revista de celebridades TMZ informó que Eddie Van Halen había fallecido por un cáncer en la garganta con el que lidió durante una década, en un hospital de Santa Mónica, acompañado de su esposa, Janie, su hijo Wolfang y su hermano Álex.
A su hijo lo llamó así por su amor demostrado a las ejecuciones de Wolfang Amadeus Mozart. Otro epíteto que llevó Eddie Van Halen fue “The Mozart of rock guitar”.
Fue Wolfang quien dio la noticia de esta muerte. En un comunicado escribió: “No puedo creer que tenga que escribir esto, pero mi padre ha perdido su larga batalla contra el cáncer. Fue el mejor padre que se pueda tener. Cada momento en el escenario y fuera de él fue un regalo. Mi corazón está roto y no creo que nunca me recupere completamente de esta pérdida. Te quiero mucho, papá”.
Y Gene Simmons, en un video, resumió esta vida consagrada a la música: “No sólo era un dios de la guitarra para millones de personas; sino que Eddie era un alma buena”.