Una vez político, siempre político, con todo lo que ello implicó. Presidente de Argentina durante más de una década.
La primera luz
2 de julio de 1930, Anillaco, Castro Barros, Argentina.
La vida
“En todos los gobiernos hubo corrupción, menos en el mío”. Esa frase la dijo en una entrevista con CNN en febrero de 2018. Pero el periódico Página 12 tituló la noticia de su muerte: “Carlos Menem, el presidente del indulto, el neoliberalismo y los escándalos de corrupción”. Hace apenas dos años -en febrero de 2019- fue absuelto por un tribunal argentino por el presunto desvío de la investigación de un atentado a la mutual judía AMIA, ocurrido durante su gobierno, en julio de 1994. Menem habría desviado la atención del caso para que no apuntara a un amigo de su familia siria. Ese atentado dejó 85 muertos y 300 heridos. Pero antes, en 2015, fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por el pago de dinero a miembros de su gabinete sin justificación y en 2013, la justicia lo condenó a siete años y medio de prisión por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, países a donde estaba prohibido tal comercio; pero también fue absuelto porque los plazos razonables se excedieron. Por el asunto, tuvo un arresto domiciliario. A veces por prescripción o por fuero -en 2017 ganó un escaño en la provincia de La Rioja- no pisó la cárcel por estas condenas de sucesos ocurridos en los 90, cuando fue el Presidente. Un pasado que lo persiguió hasta su último aliento.
Carlos Menem Akil fue hijo de Saúl Menem y Mohibe Akil, inmigrantes sirios en Argentina en los 20. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en la escuela pública de La Rioja. A principios de los 50, estudió abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba, la más antigua del país. En la misma generación estaba el político con quien se vería la cara en las urnas en 1989: Eduardo César Angeloz. El obituario de Infobae marca su principio en la política durante un viaje a Buenos Aires para participar en un campeonato de futbol en el que fue presentado a Juan Domingo Perón y Evita, su esposa. Con las décadas, se convertiría en el primer Presidente peronista electo en las urnas después de la salida de Isabel Perón.
El título lo obtuvo en 1955. En esa primera etapa de ejercicio, se abocó a defender a presos políticos y él mismo cayó en prisión durante varios meses mientras Pedro Eugenio Aramburu estaba en la Presidencia. Después del encierro, lo eligieron presidente del Partido Justicialista de La Rioja. En 1973, se convirtió en el gobernador más joven de La Rioja. Con ese cargo, se convirtió en un hombre mediático. Recorrió el país y buscó popularidad. En 1976, fue detenido de nuevo por una comisión militar. Luego, otra vez, fue a dar a la prisión militar de Magdalena hasta 1978. Eso le impidió asistir al funeral de su madre. En 1983, volvió a ser elegido como gobernador de La Rioja. Reinició los viajes, la campaña, las revistas del corazón. En 1989, se convirtió en Presidente. Y arrancó esa personalidad política que se le adjudicaría: un claroscuro muy brillante y luego, la penumbra. Aquel año, la promesa de “salariazo” y “revolución productiva” llamaban la atención del continente en búsqueda de la modernidad que implicaba la caída del muro de Berlín y la separación de la Unión Soviética. Y, entonces, el hecho contradictorio, según Página 12: “ …. Una vez en la Presidencia se asoció al empresariado para implementar un programa económico neoliberal que produjo altos niveles de desocupación y exclusión y privatizó las empresas públicas. Sus poco más de diez años de gobierno estuvieron marcados también por el indulto a los genocidas, los escándalos de corrupción, la mayoría automática de la Corte Suprema y los atentados a la embajada de Israel y la AMIA”.
En 1991, con Domingo Cavallo al frente de la economía, comenzó el plan para igualar el peso argentino con el dólar estadounidense. Argentina se endeudó para mantener el modelo. Al tiempo, los escándalos de corrupción brotaban en cascada. Su ex cuñada Amira Yoma y su marido, Ibrahim, fueron acusados de lavado de dinero de narcotráfico. Ella fue absuelta y él se fue a Siria; pero otro implicado, Mario Caserta -expresidente del Consejo Federal del Agua- estuvo siete años en prisión. En 1994, el Banco Nación le otorgó a la empresa IBM la licitación para la renovación de su sistema informático a través de millones de dólares en sobornos. El hermano y secretario de uno de los imputados en esta trama apareció muerto. En 1995, Antonio Erman, ministro de Trabajo y Defensa fue imputado en la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador (el caso que lo persiguió hasta sus últimos años), y jueces como Norberto Oyarbide de mantener una red de prostíbulos, Ángel Eduardo Maza, gobernador de La Rioja, por desviar dos millones de dólares del Tesoro Nacional. Mientras, él -el Presidente- se paseaba en un Ferrari. En 1999, perdió las elecciones frente a Fernando de la Rúa.
A principios de los 60, en un viaje a Siria, conoció a Zulema Yoma, quien sería su esposa y con quien procrearía a Carlos y Zulema. Carlos, Carlitos, falleció el 15 de marzo de 1995, a los 26 años de edad, en un accidente cuya investigación aún no tiene las luces suficientes. La periodista Olga Wornat hizo la crónica de las 48 horas en la intimidad de la Quinta presidencial de la pérdida. Muestra a una madre dolorida que pedía el ritual musulmán para el funeral de su hijo. El matrimonio con Zulema tuvo una pausa durante la cual, Carlos Menem fue pareja de Martha Zama con quien tuvo a otro hijo que también llevó su nombre: Carlos Nair. El niño no llevó su apellido hasta 2006 tras el alegato de la madre ante la justicia argentina. De Zulema se divorció en 1991. En este punto, empezó una etapa en la que los biógrafos le adjudican la compañía de las mujeres más bellas del mundo de los espectáculos y el jet set. En 1999, la actriz y ex miss Universo, Cecilia Bolocco, fue a entrevistarlo para su programa de televisión, La Noche de Cecilia. Se casaron en 2001 en plena turbulencia pues Carlos Menem había sido arrestado en su domicilio por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. De esa unión nació Máximo. Se divorciaron en 2011.
La lección
Fue un político desde que decidió serlo hasta el último día.
La despedida
El mundo conoció su partida un domingo por los reportes de la prensa.