LOS CONTRATÓ EPN Y A LA NACIÓN LE SALIERON MUY CAROS
Cienfuegos, Lozoya, Robles y Zerón ven su destino en procesos judiciales
49.4 millones de pesos. Esa es la cantidad que los mexicanos pagaron por tener en altos cargos a Salvador Cienfuegos Zepeda, Emilio Lozoya Austin, Rosario Robles Berlanga y Tomás Zerón de Lucio. Con diferentes acusaciones, cada uno deberá enfrentarse a procesos judiciales. Y cada uno, con su testimonio sobre lo qué pasó en su gestión, puede conducir a Enrique Peña Nieto, el hombre que gobernó México de 2012 a 2018 y quien los llamó para que integraran su gabinete.
Por Linaloe R. Flores
(La Cerradura).- México ha pagado caro. Al iniciar el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), una mujer y tres hombres de la política mexicana fueron presentados con luces para ocupar puestos entre los más altos en la burocracia. Sus despachos fueron clave en la administración de los problemas sociales del país azotado por la pobreza y la violencia. Hoy, los cuatro deben rendir cuentas ante un juez por delitos graves.
Salvador Cienfuegos Zepeda, Emilio Lozoya Austin, Rosario Robles Berlanga y Tomás Zerón de Lucio cobraron entre los cuatro, 49.3 millones de pesos, según los archivos de las dependencias para las que trabajaron en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT).
Los dos más altos fueron Salvador Cienfuegos Zepeda, quien ocupó la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y Rosario Robles Berlanga, a cargo de dos dependencias, la de Desarrollo Social (SEDESOL) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). Ambos estuvieron en el sexenio peñanietista de principio a fin. Cada uno cobró en total 14.7 millones de pesos.
Luego, la segunda cantidad fue la que devengó Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de septiembre de 2013 a septiembre de 2016, y luego secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), de septiembre de 2016 a diciembre de 2018. Se le pagaron 12.3 millones de pesos en las dos posiciones.
Al final, está Emilio Lozoya Austin, quien dirigió Petróleos Mexicanos (PEMEX) durante 37 meses, con 7.5 millones de pesos.
Fuente: Dependencias en el POT
EL DÍA EN QUE SE ROMPIÓ LA TRANQUILIDAD
Cinco cargos de narcotráfico fincados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos concluyeron con la tranquilidad de la que gozaba el General Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional (Sedena) durante todo el sexenio peñanietista. Estaba retirado desde 2018. La noche del pasado jueves 15 de octubre, agentes de la Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lo detuvieron en el aeropuerto de Los Ángeles, California, EEUU, al lado de su familia. La orden de arresto había sido girada desde el 14 de agosto del año pasado por la jueza magistrada Vera M. Scanlon, según el expediente CR-19-366.
El General que dirigió la lucha contra el crimen organizado, que protegió a la tropa ante acusaciones en las tragedias de Tlatlaya y Ayotzinapa, y cuyo uniforme portaba varias medallas, se había ido limpio de la Administración Pública Federal. Sobre su personaje no pesaron cuestionamientos sobre su fortuna o decisiones. Ahora, en el Centro Metropolitano de Detención en la ciudad angelina, debe esperar ser llamado a su segunda audiencia. La primera duró menos de cinco minutos y fue para leerle sus derechos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos lo vincula con el llamado cártel H-2, una escisión del grupo de los hermanos Beltrán Leyva cuyas operaciones ocurren en Sinaloa y Nayarit. En su posición oficial, el ex Secretario habría recibido sobornos para permitir la expansión del grupo en el Pacífico norte.
AYOTZINAPA: EL VÍNCULO ENTRE CIENFUEGOS Y ZERÓN
Al caer la oscura noche del 26 de septiembre de 2014, 43 normalistas rurales desaparecieron de la faz de México. Tanto el General Salvador Cienfuegos Zepeda como Tomás Zerón de Lucio son piezas clave de lo que ocurrió. Pero los dos, con sus dichos y procederes, oscurecieron el episodio que hasta ahora no ha encontrado justicia.
Los estudiantes se esfumaron justo en el perímetro de seguridad que corría a cargo del Ejército, cuyo 27 Batallón de Infantería tiene su base en Iguala, Guerrero. En octubre de 2015, más de un año después de la desaparición, el General Salvador Cienfuegos se negó a que los militares rindieran cualquier declaración sobre la tragedia.
Fueron las pesquisas de Tomás Zerón de Lucio, a cargo de la AIC, las que aportaron elementos a lo que la Procuraduría General de la República (PGR), en cuyo frente estaba Jesús Murillo Karam, presentó como “verdad histórica”. La narrativa estaba basada en el hecho de que los cuerpos de los 43 habrían sido incinerados al grado de la desaparición, en un basurero de Cocula. Fue justo en ese sitio en el que se encontró una bolsa con restos humanos, de donde se extrajo un pedazo de hueso que ayudó a identificar a uno de los normalistas, Alexander Mora Venancio.
Pero la llamada “verdad histórica” fue cuestionada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Uno de los argumentos presentados fue un video en el que aparece Zerón de Lucio, en una visita sigilosa al río San Juan, el 28 de octubre de 2014, justo un día antes del hallazgo de la bolsa. En esas imágenes –tomadas por el periodista José Manuel Jiménez, y que aparecen en el documental Mirar morir: el Ejército en la noche de Iguala (2015)– se le ve con un testigo y presunto integrante de Guerreros Unidos, Agustín García Reyes, alias El Chereje. Este año, apareció otro video en el que aparece con su característica gabardina mientras tortura a uno de los detenidos por la desaparición de los 43.
Según el Consejo de la Judicatura, hay una orden de aprehensión en contra de Zerón de Lucio por su presunta responsabilidad en desaparición forzada, tortura y actos en contra de la administración de la justicia que consta en la causa penal 112/2020. Todo, por Ayotzinapa. En junio, el ex funcionario mexicano tramitó un amparo en un juzgado federal con sede en el Estado de México en contra de otra orden que había sido dictada en Guerrero por los mismos delitos. En julio pasado, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, dio a conocer de manera oficial que solicitó la colaboración de la Policía Internacional (Interpol) para localizar y detener al que fue hombre clave en la investigación sobre lo que ocurrió en la noche de Iguala.
EMILIO LOZOYA AUSTIN, GENIO Y FIGURA
En prisión domiciliaria, el ex director de Pemex enfrenta dos procesos penales. Uno es por delitos relacionados con cohecho y asociación delictuosa en la recepción de sobornos de la empresa Odebrecht a cambio de contratos. El otro es por lavado de dinero en la compra de una planta chatarra de Agronitrogenados. Entre 2012 y 2013, el lapso en el que habría cometido robo a la nación a gran escala, fue uno de los hombres más transparentes del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El dinero, no lo escondió. Sus ganas de gastarlo, tampoco. Cuatro meses después del regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder, celebró el triunfo con el pago al contado de una casa de 38 millones 175 mil pesos, consta en la primera declaración patrimonial que le presentó como director de Pemex a la Secretaría de la Función Pública
Genio y figura, el exdirector de Pemex fue detenido en una zona residencial de Málaga, donde viven millonarios de diversas nacionalidades, el pasado 12 de febrero. La huida fue extensa. Fue buscado en seis países, incluidos Alemania y Rusia. Pero ahora, enfrenta el proceso desde su casa.
ELLA, SIEMPRE ENTRE HISTORIAS DE HOMBRES
En este cuarteto, sólo hay una mujer. Rosario Robles Berlanga fue, hace veinte años, una distinguida política que en 2000, completó exitosas gestiones como secretaria de Gobierno y después como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en sustitución de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien dejó en sus manos el cargo para contender por la Presidencia de la República en las elecciones de ese año. Fue muy popular. Incluso, la Ley que despenalizó el aborto hasta los tres meses de gestación en la Ciudad de México fue conocida como La Ley Robles. Además, impulsó un paquete de reformas electorales. Una página del libro “Derecho de Réplica”, de Carlos Ahumada Kurtz -quien fue su compañero sentimental- revela que aspiraba a ser Presidenta de la República.
Pero el futuro es sorpresivo. Robles Berlanga abandonó las fuerzas políticas de izquierda a las que pertenecía en aquella época. Hubo un parteaguas fundamental: en 2004 se revelaron videos que exponían a René Bejarano (en ese momento particular de Andrés Manuel López Obrador, hoy Presidente) mientras recibía dinero de Carlos Ahumada, su pareja. En 2012, apareció nombrada en el gabinete de Enrique Peña Nieto, con quien el Partido Revolucionario Institucional regresaba al poder. Primero estuvo en la Sedesol y luego en la Sedatu.
Ahora pasa sus días en una celda del penal de Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México. Se le acusa de “omisión” por no informar a su superior jerárquico (Peña Nieto) de contratos mediante terciarización de universidades públicas, lo que derivó en un quebranto a la Nación por cinco mil 73 millones de pesos.
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Con todo, los mexicanos pagaron la vida de estos cuatro políticos mexicanos que en lo público, mostraron un estilo caro. El lujo en ropa, comida (Zerón tenía una chef de banquetes gourmet mientras buscaba a los 43), relojes, autos y mansiones conforman los relatos de sus personas en la historia reciente de México.