LA ORQUESTA FANTASMA

La música de la Reforma Educativa que jamás se oyó

La SEP aprobó para el SNTE, 30 millones de pesos para una orquesta que jamás se formó. Fuera de la escena pública Aurelio Nuño Mayer y Juan Díaz de la Torre, los dos protagonistas de esta historia oscura, nadie responde qué pasó.

Por Linaloe R. Flores

(La Cerradura).- La fallida Reforma Educativa, impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), permitió la retención del dinero para proyectos fantasma. Esta es la historia de 30 millones de pesos con los cuales se iba a formar una orquesta filarmónica, pero con los que jamás se hizo nada. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) -con Juan Díaz de la Torre en la dirigencia- los pidió y la Secretaría de Educación Pública (SEP) -bajo el cargo de Aurelio Nuño Mayer-, los otorgó. Entonces, se quedaron ociosos en las arcas del gremio durante nueve meses. En 2018, fueron regresados a la SEP cuando habían generado una carga financiera de un millón 606 mil 50 pesos.

¿Por qué no se formó la orquesta? ¿Quién o quiénes lo impidieron? ¿En realidad querían formarla? Las respuestas caen en el vacío de la rendición de cuentas. Los personajes políticos de esta historia ya no están en la escena pública. En el SNTE se preguntó en varias ocasiones, pero jamás hubo respuesta.

Sin voces, son los papeles -localizados en en los archivos del sindicato- los que arrojan la relatoría de la orquesta millonaria que nunca fue. El dinero habría servido para adquirir 600 camas de hospital pues el Instituto Mexicano del Seguro Social las compró en 2018 en 50 mil pesos cada una, según datos del mismo instituto.

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El 1 de septiembre de 2017, Juan Díaz de la Torre, presidente del Consejo General Sindical y Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE le escribió al entonces Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer. En su carta, le presentó el proyecto para formar una orquesta filarmónica con el fin de generar espacios para que alumnos, padres de familia y maestros disfrutaran de la música “más allá de la escuela”. El secretario le concedió el dinero al dirigente sindical.

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Días después -el 11 de septiembre- representantes de la dependencia y el sindicato se reunieron para presentar el proyecto en público. El 16 de octubre, la SEP y el sindicato de maestros firmaron un convenio. La dependencia se comprometía a entregar el dinero y la organización gremial a entregar un reporte trimestral.

Según el convenio firmado entre la SEP y el SNTE, los 30 millones para la orquesta provinieron de la partida presupuestal 15401 “Prestaciones establecidas por condiciones generales de trabajo o contratos colectivos de trabajo” del Clasificador por Objeto del Gasto para la Administración Pública Federal. La SEP, según el mismo documento, se comprometió a darle el dinero al SNTE mediante transferencia electrónica a la cuenta con clave interbancaria número 04180170000036166 de Santander México.

Pero los meses pasaron y el SNTE jamás presentó ningún reporte. Facturas de la compra de instrumentos, tampoco. Músicos convocados a ejecutar, mucho menos. Ningún alumno, maestro o padre de familia disfrutó de la música en un espacio fuera de las escuelas, como le propuso Juan Díaz de la Torre a Aurelio Nuño Mayer. La orquesta no fue formada.

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Era febrero de 2013. El Presidente Enrique Peña Nieto completaba ese mediodía dos meses de gobierno. Se puso de pie, sonriente, franqueado por todos los miembros de su gabinete. Promulgó entonces la primera Ley de la Reforma Educativa. “Este es un cambio de fondo que marcará para bien el rumbo de México en las siguientes décadas; así, inicia una transformación educativa largamente esperada por la sociedad mexicana”, dijo.

La base de esta enmienda constitucional consistía en reformar la Ley General del Servicio Profesional Docente para obligar a los profesores a una evaluación homologada, sin importar si se trataba de maestros en la Ciudad de México o en la sierra de Zongolica. De no aprobar los exámenes correspondientes, podían perder sus plazas. La disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se opondría con un plantón en el Zócalo. Pero eso ocurriría después.

Aquel mediodía hubo una foto: los coordinadores parlamentarios del Congreso de la Unión, los presidentes de los partidos políticos y el entonces Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor. Detrás de ellos, el logo del Pacto por México, el convenio logrado con la oposición en aras de lograr cambios estructurales. Pero en la gráfica faltaba alguien: la lideresa vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.

Protagonista del poder y de cualquier decisión respecto a la educación en México, ni siquiera había sido invitada a la cita histórica. Horas después, el entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, daría a conocer su detención en el aeropuerto de Toluca, cuando venía procedente de San Diego, California, por presunto lavado de dinero. Dos días después, su biografía se ensombreció aún más. Juan Díaz de la Torre, quien fue uno de sus hombres más cercanos, la había traicionado. De madrugada y con su nombre en una planilla única, fue elegido para ocupar su lugar. Y su carrera se la debía a ella quien lo convirtió en líder de la sección 16 en 2000 y en dirigente del partido político Nueva Alianza (Panal) dos años después.

Díaz de la Torre no visitó a Gordillo Morales en la cárcel ni declaró en su descargo. Más bien, inició un arduo trabajo al lado del Presidente Enrique Peña Nieto y los miembros de su gobierno, los enemigos de “la maestra”, los que habían buscado su aprehensión. Firmó 15 convenios a través de los cuales, presentó proyectos que impulsarían la Reforma Educativa con diferentes proyectos. Así, a las arcas del sindicato fueron a parar miles de millones de pesos. La orquesta filarmónica era uno de ellos.

Seis años después, no había ningún resultado. El dinero se había ido en publicidad en televisión o no se había gastado. Y ya no había justificación para detenerlo. El 20 de agosto de 2018, el Presidente Enrique Peña Nieto apareció en el mismo sitio, en Palacio Nacional, rodeado de varios integrantes de su equipo de trabajo. Ya no estaba el logo del Pacto por México detrás de sí. La escena, esa vez, fue para admitir que su barco insignia, la Reforma Educativa, se había hundido.

A su lado, Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo de México, anunció: “En tiempo y forma nosotros presentaremos las iniciativas para cancelar la Reforma Educativa y dar a conocer un plan distinto, con un marco legal ajustado a las nuevas circunstancias, pero se cancelará la actual reforma”.

Y todo había dado vueltas. Elba Esther Gordillo cumplía diez días de haber sido exonerada por un juez federal de todo delito. Horas antes, citó a los periodistas. Así, centro otra vez del debate nacional, celebró “el derrumbe” y apoyó al futuro Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador.

El 15 de mayo de 2019, apareció en el Diario Oficial de la Federación una nueva Reforma Educativa con lo que fue abrogada la Ley General del Servicio Profesional Docente, corazón del conjunto de leyes promovido por el ex Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y que obligaba a los profesores a una evaluación.

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En diciembre de 2017, Nuño Mayer renunció a la SEP para fungir como coordinador de campaña de José Antonio Meade Kuribreña, candidato a la Presidencia, en las elecciones de 2018, en las que el PRI lo perdió casi todo con la votación más baja de su historia, desde que en 1929 fue fundado por Plutarco Elías Calles. La última aparición de Aurelio Nuño Mayer fue en Twitter para felicitar al ex Presidente Enrique Peña Nieto por su cumpleaños, el pasado 20 de abril.

Juan Díaz de la Torre se marchó del ámbito público en noviembre de 2018 cuando pidió licencia para dejar la presidencia del SNTE, al concluir los trabajos de la 47 sesión extraordinaria del Consejo Nacional. El anuncio lo hizo un día después de que la ex dirigente Elba Esther Gordillo, quien ocupó la dirigencia nacional hasta febrero de 2013, diera a conocer su intención de regresar a la dirigencia.

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El 2 de julio de 2018, sin Juan Díaz de la Torre en el sindicato, el profesor José García Mora, secretario de Administración y Finanzas, se dirigió a Marlen Morales sánchez, Directora general de Recursos Humanos y Organización para preguntarle en dónde debía depositar los 30 millones de pesos que la SEP le había dado al sindicato para la formación de una orquesta. “Por causas ajenas a esta organización sindical, no se logró llevar a cabo este proyecto, por lo que se determinó reintegrar a la SEP, los recursos recibidos el día 15 de noviembre de 2017 …”. En otra misiva, Morales Sánchez le informa a García Mora, que los 30 millones de pesos generaron cargas financieras, por lo que había que pagar un millón 606 mil 50 pesos más. Así concluyó la historia de un dinero ocioso.

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