Un navegante frente a un tesoro bajo mil llaves. En México, así es quien se arroja a la data-mar en búsqueda de información. El poder puede negarla bajo los argumentos de que es inexistente (no la registró), es confidencial o está reservada. Entonces, asuntos cruciales se mantienen entre sombras. Este espacio publica todos los días un expediente oculto y promueve su liberación para uso ciudadano.
Asunto
El 11 de julio de 2015, a las nueve de la noche, ocurrió lo inverosímil. El forjador del llamado cártel de Sinaloa se escapó del penal de máxima seguridad de El Altiplano por un túnel de 1.5 metros. Una vez notada su ausencia, la entonces Procuraduría General de la República (hoy FGR) encontró un largo pasadizo iluminado y ventilado; sobre sus rieles había una motocicleta. El gobierno de Enrique Peña Nieto lo había capturado el 22 de febrero de 2014, después de 13 años de mantenerse libre tras una primera fuga. Con la segunda huida, “el Chapo” le daba al traste al éxito gubernamental. ¿Cómo le hizo? ¿Lo ayudó su esposa, Emma Coronel Aispuro? No se sabrá nada hasta 2028, cuando quien fuera “el hombre más buscado del planeta” tenga 71 años de edad. El gobierno mexicano reservó esa información durante 12 años.
Negativa
Reserva de 2016 a 2028.
Dependencia
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO)
¿Qué argumenta el poder para el escondrijo?
De acuerdo con el artículo 13 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, se considerará reservada la información de las actividades del Ministerio Público durante la etapa de averiguación previa para conocer “la verdad histórica” de un delito. La investigación de lo que pasó en la fuga de Guzmán Loera aún continúa.
Consulta de datos: folio 0002200064407 en el INAI, negativas de SEIDO en el POT.