LA CERRADURA

Es una ‘newsletter’ con historias de datos abiertos y un resumen los domingos para iniciar la semana con la información suficiente.

Tiene las siguientes secciones:

La LLave Maestra

Aquí se cuenta una historia exclusiva localizada en los datos abiertos de México; es decir, Compranet, la Plataforma Nacional de Transparencia y otros portales.

El Baúl Cerrado

Aquí se relata un expediente reservado por el poder.


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Detrás de La-Cerradura hay muchos secretos del gobierno. De este y los pasados.
A La-Cerradura no la abre ni un robot, ni un algoritmo. Sólo encaja la llave del lector curioso y respetable. Es decir: la que ahora está en tus manos.


Código de Ética

La Cerradura se esforzará por brindar historias propias y originales porque considera que la generación de contenido es parte de la esencia del periodismo.

Su principio básico es la impertinencia, entendida en el sentido latino de la palabra: independencia. Así que esta publicación no tiene ningún compromiso ni con gobiernos, empresas, fundaciones, partidos políticos, diputados, senadores, o mujeres u hombres que se distingan por adueñar demasiado dinero. No es que La Cerradura considere que esté mal tener recursos económicos o se separe del periodismo con financiamientos; lo que quiere es deberse sólo a sus suscriptores.

Esta “newsletter”, “carta de noticias” o “boletín” se propone ser de lo más impertinente; es decir, independiente, libre, sin jurados, ni evaluadores externos. Desea que sólo la desgreñe el viento. Por eso, aspira a vivir bajo el escrutinio único de sus lectores.

Esta “carta de noticias”, “boletín” o “newsletter” reconoce el derecho de los lectores a saber con plenitud qué fuentes de información fueron utilizadas para la hechura de los textos publicados. En general y por principio, serán los datos abiertos; es decir, la información de los gobiernos disponible en los mecanismos de transparencia. La Cerradura se compromete a ponerlos en orden y llevarlos al máximo grado de verificación.

En cuanto a su lenguaje, tratará de atenerse a las reglas del Español dictadas por la Academia Mexicana de la Lengua.

El periodismo es una práctica falible y por ello, en caso de errores cometidos en sus noticias, La Cerradura deberá corregirlos de inmediato y sin reparo alguno, como lo permite el periodismo digital. Cuando se le marquen fallas, se detendrá a escuchar y se obligará a un proceso de revisión.

Ahora, cuando ocurra al revés, y La Cerradura detecte errores en otros medios que la afecten, actuará de la siguiente forma:

1) Partirá del principio de que los humanos nos equivocamos de una u otra manera

2) Tocará a la puerta del medio e intentará saber qué ocurrió en el proceso editorial para obtener el resultado que le concierne

3) Cuando esté en la necesidad de hacer un reclamo a un medio, La Cerradura se niega, desde ahora, a exponer el caso en las redes sociales o cualquier otro espacio público, mientras no esté resuelto entre las partes

4) También se niega a generar o participar en cualquier acto de difamación de un colega periodista, o medio informativo, en cualquier situación y circunstancia, se trate de quien se trate y haya hecho lo que haya hecho, en cuanto a un proceso editorial

5) Siempre, siempre, privilegiará el diálogo

6) Sólo agotada la instancia de la conciliación y si se le negó reconocimiento, se reserva el derecho que otorgan las leyes mexicanas a la denuncia ante las autoridades cuando perciba un agravio en su contra

7) La Cerradura reconoce que los periodistas mexicanos suelen tener cargas de trabajo que en algunas circunstancias pueden conducirlos a errores. Aspira a que ello cambie y a pugnar por los mejores métodos, pero tendrá presente en sus consideraciones esa circunstancia

Querida lectora, querido lector:

Esta es La Cerradura. Te la entrego. Gracias por el privilegio de tu hermosa lectura.

Atte:

Linaloe R. Flores

Periodista

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